Hace ya bastante tiempo que deseaba leer algo de Alice Keller, y aunque "33 Razones para volver a verte" lleva un par de meses en mi librero, no me animé a comenzarlo ya que esperaba que se acabase de publicar la trilogía (aunque cada uno se pueda leer por separado), así que cuándo vi que se había publicado otro de la autora, que además estaba recibiendo muy buenas críticas y, sobre todo, que era un tomo único (si, uno intenta resistirse a las sagas, trilogías, etc.), no lo dudé ni un segundo para ver las razones por las que la autora es tan querida, y lo entendí y aún más siendo que New Adult casi nunca nos llevamos bien, pues esta es una de mis excepciones...:
Datos generales:
Título: El día que dejó de nevar en Alaska
Autor(a): Alice Kellen
Editorial: Ediciones Urano (Titania Fresh!)
*Gracias a Ediciones Urano por el ejemplar*
Páginas: 352
ISBN: 9788416327393
Sinopsis:
Un chico con el corazón de hielo.
Una chica que huye de sí misma.
Dos destinos que se cruzan.
Heather cree que solo hay tres cosas que sabe hacer: atraer problemas, salir huyendo y correr. Así es como termina en Alaska, en un pequeño pueblo perdido, trabajando de camarera mientras intenta llevar una vida nueva y tranquila. Su único problema es que uno de los dueños del restaurante parece odiarla y que ella nunca antes ha conocido a nadie que despierte tanto su curiosidad. Nilak es reservado, frío y distante, pero Heather puede ver a través de todas las capas tras las que se esconde y sabe que en ocasiones hay recuerdos que pesan demasiado; como los de sus propios errores, esos que intenta dejar atrás.
Pero, a veces, la vida te da una segunda oportunidad.
La nieve empieza a derretirse.
Y todo encaja.
Opinión:
Heather Greeen, llega a Inovik Lake, en Alaska, huyendo de algo o alguien y dejando atrás su vida, su familia y la ciudad San Francisco, para llegar a un pueblo dónde nadie la conozca y, tal vez, gracias a ello nadie la juzgue y ella pueda comenzar desde cero, a pesar de que los recuerdos de sus errores no la dejen en paz. O ese era el plan, porque desde el momento en el que llega comienza a cruzarse caminos con personas que le dicen que regrese a su hogar, o parecen no quererla cerca, siendo la excepción un husky testarudo (y adorable), que la sigue por todos lados y "conecta con ella" desde el momento de su primer encuentro. Dicho "lobo" pertenece a su vecino John, un hombre mayor que aunque parece estar rejego ante la idea de que Heather permanezca en Inovik Lake, es muy amable con ella, por lo testaruda y aferrada que es, y decide ayudarla a conseguir un trabajo, por lo que la manda al bar Lemmini, en dónde se encontrará con un joven de actitud cascarrabias, frío y algo borde, llamado Nilak, y con Seth Kaine, sus próximos jefes y compañeros de trabajo...Y así Heather intenta forjarse un nuevo inicio, aunque lo que más la tenga intrigada es la forma de ser de Nilak, y buscará sortearlo hasta poder llegar a él.
"Todos los que tenemos un corazón que late y siente, tenemos también defectos. Son cosas que van de la mano."
Mientras que Heather comienza a tener más tiempo para analizar sus errores del pasado, empieza a conectar con todas las personas de Inovik Lake, de alguna u otra forma, haciendo que, a partir de las circunstancias que cada uno de ellos le aporta y/o oculta de sí mismos, ella puede enfrentarse a sus propios "demonios" que viene cargando, para poder avanzar, brindándole posibilidades para sanar y buscar lo mismo para los que la rodean.
"— ¿Sabes? A muchos nos pasa lo mismo, no todos reaccionamos igual ante los estímulos; somos como esas migajas que se caen de una magdalena y ya nadie quiere, y es injusto y cruel esa manera de dejar atrás las cosas que no encajan dentro de dentro de una perfección compacta y elitista."
Así mismo, su camino se va cruzando constantemente con Nilak y la atracción, al menos la de Heather por él, es innegable, pero ¿cómo puede llegar a él?, si cada paso que ella logra acercarse Nilak se aleja, y todo parece indicar que es por lo que éste oculta, lo cual tiene que ver con un pasado doloroso que lo hace comportarse así de distante, pero no como un patán, situación que hacía que me molestaba en la mayoría de los New Adult, y la autora rompió totalmente (mil gracias por ello Alice Kellen ... Por lo que espero estarme leyendo más de la autora muy pronto.
Ahora bien, los capítulos del libro se van alternando entre lo que vamos viviendo de la mano de Heather Green (en primera persona) y unas entradas de diario de Annie, una chica que parece no cuadrar en algún punto con la historia principal, pero que poco a poco se podrá ir viendo que relación tiene esta chica con el contexto general, así que a pesar de ser, de alguna forma, dos historias diferentes, tienen un punto de encuentro, aunque éste no se sepa hasta casi el finalizar la novela.
Además, en cuanto a los personajes, me encantó que cada uno de ellos están tan bien construido, ya que todos tiene su propia historia, son complejos, divertidos y ocurrentes (sobre todo esas analogías de Heather), e incluso cada uno tiene sus sufrimientos que se sienten en el corazón del lector y algunos otros puedan ser odiados por crueles o retorcidos, dando tonalidades diversas a la novela... Siendo el más resaltable el encantador Caos, ese husky adorable y fiel (si, para mi fue mi favorito :D ).
Siendo por esto, que puedo decir que El día que dejó de nevar en Alaska, a pesar de figurar como una historia "sencilla", llega a ser a ser algo más compleja, por la calidez de los personajes y el pasado que tiene cada uno de ellos; resultando en una historia memorable, fresca y bella que es absorbente que se acaba más rápido de lo que uno quisiera...