Opinión: 

En el año 1024 de la Era imperial, vemos a un joven de pueblo enfrentarse a un Dragón de Tierra, un monstruo de clase uno, para salvar a un par de personas. Al lograr su objetivo, dicho joven se presenta como Tatsumi, y se vanagloria diciendo que recuerden ese nombre pues será famoso en la capital, y a pesar de la advertencia de estos de que la capital no es tan bueno cómo Tatsumi cree, porque en ella se encuentran personas con alma de monstruos, éste descarta la advertencia pues es el destino al que planea llegar con el objetivo de hacer dinero y salvar a su aldea, aunque habla en plural, y es que en dicho camino, no ha sido el único que se ha encaminado hacía ahí, sino que un par de amigos de su aldea lo acompañaban hasta no hace mucho, pero debieron separarse aunque planean reencontrarse en la capital. Con ello en mente, Tatsumi por fin llega ahí, al intentar enlistarse, sus planes iban a lo grande, realizando las mayores proezas, pero así no es el proceso, así que es descartado; y se encuentra con una mujer que le promete conseguirle un lugar a cambio de dinero, a lo cual Tatsumi, con toda confianza (o estupidez) decide entregar sin más ni más y termina siendo estafado. Así que sin nada, cuándo una nueva persona le ofrece ayuda y un lugar dónde dormir, a pesar de ahora si tener reservas, decide aceptar, pues no le queda más y puesto que parece ser gente decente parece que su suerte comienza a cambiar...

El grupo de Night Raid, lo componen siete personas  —aunque la organización de la resistencia se extienda a más—, cada uno de ellos con una habilidades propias más las que les proporciona su teigu (elemento del cual sabremos más en los próximos tomos), pero que en sí podemos pensarlas como sus "herramientas de trabajo"; y Tatsumi, para ir aprendiendo habilidades y la labor que debe llevar a cabo, y por mientras en este tomo estará bajo la tutela de un par de chicas del grupo: Akame y Mine, de las que conocerá parte de su historia y sus motivaciones para hacerlas un eslabona de esta cadena de lucha contra la capital y los monstruos que en ella residen. Así, con un giro, no sólo de convicciones, sino también de perspectiva, Tatsumi comienza un camino como asesina por el cambio que desea, por su aldea y sus amigos como parte de la facción de Night Raid...